Una Historia como Muchas a las que No le Prestamos Atención

 

Salvatore Ferragamo's flagship store, Florence, ItalyUna historia de alguien que Dios me puso en el camino, cuento historias porque creo que todos no tenemos tiempo de aprender de todo con nuestra experiencia, pero si podemos mejorar con la experiencia de otros..

A esta persona en esta historia lo nombraré “Mi Maestro”, a la otra persona involucrada en lo llamaré “El Maestro Zapatero”…

“Mi Maestro”, un día tomó clases para aprender una técnica para hacer zapatos, pero en realidad él en ese momento no quería hacer zapatos, solo quería aprender del mundo.

Siendo que su trabajo en aquel momento era arreglar máquinas para hacer zapatos un Maestro Zapatero, lo contrató para arreglar la suya, pero en ese momento no tenía como pagar todo lo que costaba el arreglo, acordó con Mi Maestro, que como parte de pago por el arreglo de su máquina él le daría las clases para que aprendiera hacer zapatos. le dijo solo puedo pagarte este gran favor, mostrándote mi técnica para hacer zapatos quizá no sea la única, ni la mejor, pero es la manera que tengo de ganarme la vida, puede que algún día te sirva para algo…

Efectivamente este Mi Maestro comenzó sus clases ya que no tenía nada más importante que hacer en ese momento, el vivía una crisis emocional y su vida estaba llena de problemas y vio en estas clases una manera de desconectarse de sus problemas y mientras aprendía algo útil que le hacían alejarse de sus problemas diarios.

ZAPATERO portadfa

Pasó el tiempo y cada uno se fue por su lado, El Maestro Zapatero sintiendo que pagó el favor con enseñanza de cómo hacer zapatos y Mi Maestro, que aprendió solo porque en ese momento no tenía nada mejor que hacer.

Al pasar los años, se encontraron nuevamente y Mi Maestro seguía pasando por sus problemas y peor aún seguían más acrecentados ya que se habían juntado con los problemas económicos, mientras que El Maestro Zapatero, que le enseñó hacer los zapatos como parte de pago por un trabajo realizado comenzaba a relucir como hacedor de zapatos, estaba en su mejor momento…

Mi maestro se preguntaba, porque yo que aprendí esa técnica de hacer zapatos en el mismo tiempo que El Maestro Zapatero comenzaba, estoy lleno de deudas y problemas, mientras que este señor insistió en su camino y ha logrado felicidad y abundancia..

Mi Maestro, decidió ir donde El Maestro Zapatero y con mucha humildad y valentía se atrevió a decirle, necesito trabajar sería posible que me permitieses vender tus zapatos.

El Maestro Zapatero, le dijo no venderás mis zapatos, te enseñé hacerlos tu venderás los que tú hagas con la técnica que te enseñé..

No vivas de lo que otros hemos hecho, camina tus propios pasos, y marca tu propio camino con lo aprendido.

Desde ese entonces, que se encontraron, se dieron la mano, y El Maestro Zapatero aún agradecido por el gran favor que Mi Maestro le hiciere, pues le prestó la ayuda necesaria para que comenzara hacer zapatos el también

Honrando a su maestro zapatero, sacando adelante la técnica aprendida sin tratar de ser mejor que su maestro, mi maestro ha logrado salir adelante desde lo aprendido..

Moraleja de esta historia..

Las palancas para avanzar nos las pone Dios delante de nosotros todos los días.

Los que no prestamos atención a las señales de éxito somos nosotros al menospreciar las oportunidades porque llegan en momentos y no estamos atentos a estas.

La soberbia, el ego, la frivolidad y nuestros prejuicios aprendidos nos vuelven personas que menospreciamos a otros por su sencillez, o porque no son famosas o no tienen algo al cual podemos sacarle provecho, y solo le prestamos atención cuando nos damos cuenta de los errores cometidos..

Ten presente que a veces la vida no es la que elegimos, es la vida la que elije por nosotros..

Vive cada segundo de la vida como si no tuvieses la oportunidad de vivir un segundo más de esa manera podrás aprender de cada cosa que suceda a tu alrededor, porque en cada segundo no concientizado podrías estar desaprovechando la oportunidad del éxito en tu vida.

Namasté